Comercios
colaboradores
|
| |
AÑO
NUEVO EURO NUEVO
POR
NEREA BAETA
| |
Hace
un tiempo ya que el Euro se ha introducido en nuestra sociedad
empezando a formar parte de ella y dejando de lado cada vez más
a nuestra amada peseta. Lo cierto es que cuesta hacerse a la idea
que tengamos que cambiar de moneda sin salir de nuestro país,
estando acostumbrados a cambiar nuestro dinero únicamente cuando
salimos de éste. La peseta ha esperado casi un siglo y medio a
ser sustituida por otra moneda que pretende ser unitaria y común
a los países europeos, pero que al menos en los primeros momentos
de su implantación está creando diferentes discursos y puntos
de vista, algunos no muy positivos, siendo normal cuando nos enfrentamos
a algo que no conocemos.
Es cierto que cuando nos ofrecen algo que desconocemos parcialmente
su funcionamiento nos crea desconfianza y porqué no decirlo, miedo.
Pienso que este cambio puede producir justamente esos sentimientos.
Seguramente
habrá personas que consideren que el cambio de moneda es muy positivo
para la evolución del país e incluso para el transcurso de sus
vidas, pero para otro sector de la sociedad posiblemente le suponga
una tarea difícil familiarizarse con el Euro. El hecho de dejar
de contar en pesetas para pasar a contar en decimales no parece
ser a primera vista muy operativo para el día a día, aunque es
seguro que con el tiempo y probablemente después de equivocarnos
unas cuantas veces lograremos manejar los euros sin ningún problema.
Aunque para ese momento queda tiempo hemos de ser positivos y
pensar que como todo en la vida es paciencia, práctica y experiencia.
Últimamente podemos ver en el mercado, en los estantes del supermercado,
en cualquier tienda, en las cartas de restaurantes, cafeterías,
gasolineras, etc. el importe a pagar en euros y en pequeñito el
equivalente en pesetas, que más de una vez por no darnos cuenta
de que también constaba este último, nos hemos llevado algún pequeño
susto al pensar: ¿cuánto son 0,60 E ? o cualquier otra cantidad,
pero rápidamente hemos buscado la cuantía en pesetas y en pequeño
la hemos encontrado, cosa que nos ha hecho sentirnos mejor controlando
la situación. A partir del día 1 de enero de 2002 se pondrán en
circulación los billetes y monedas en euros y tendremos dos meses
para familiarizarnos con ellos ya que podremos pagar tanto en
pesetas como en euros. De esta manera en marzo nos tendremos que
despedir de la peseta ya que desaparecerá; ya no podremos pagar
con ella. Todos nuestros ahorrillos también tendremos que cambiarlos
a euros en el transcurso de enero a junio sin olvidarnos de hacerlo,
ya que sino a partir de julio solo podremos hacerlo en el Banco
de España. Es evidente que existe una preocupación respecto al
cambio de moneda que se hace patente en todas las personas ya
que es una nueva situación que nos afecta a todos y todas, pero
probablemente las personas que más dificultad tengan en un principio
son nuestros mayores, ya que han crecido a la vez que la peseta
y ha formado parte de sus vidas hasta ahora. Es probable que esta
dificultad de la que hablo no exista y sea yo la única que crea
en ella y que todo resulte más sencillo de lo que nos parece en
estos momentos, pero después de tantos años conviviendo con un
tipo de moneda y haciendo los cálculos de ésta de una determinada
manera nos parecerá extraño hacer constantemente la conversión
a euros e iremos preguntándonos unos a otros qué cantidades nos
pedirían en pesetas hasta que automáticamente lo hagamos sin ningún
tipo de esfuerzo. A partir del año que viene ya no diremos: "no
tengo pelas" , "no tengo un duro", "veinte duros", "mil duros",
etc. Todas aquellas frases con las que hemos crecido. Daremos
paso a otras expresiones populares que con el tiempo se irán creando
y que poco a poco nos resultarán tan familiares como las que utilizamos
actualmente casi sin pensarlo.
|
|