Comercios
colaboradores
|
 |  |
LA
ESENCIA - EL CRACK
POR
JESSY SÁNCHEZ
| |
En
laboratorios clandestinos la elaboración de cocaína pasa por obtener
primero pasta base de coca (PBC) o "base", pisando las hojas con
keroseno y macerando luego la mezcla seca en ácido sulfúrico diluido.
Convertir esta base en cocaína requiere purificarla mediante lavados
con éter, ácido clorhídico y acetona fundamentalmente. El crack
es unas quince veces más barato que el clohidrato de coca. Las
impurezas de la pasta hacen que no sea administrable por vía de
inyección, y que abrase el conducto nasal, limitando su uso a
pipas especiales de vidrio, o aspirarla calentándola sobre papel
de plata. El nombre proviene del ruido que emiten las piedras
al ser calentadas por una llama. Los efectos son anestesia en
paladar y garganta, seguido por una estimulación similar a altas
dosis de cocaína, pero durante menos tiempo (de 10 a 15 minutos).
Esta droga pertenece al grupo de las "designers drugs" o drogas
de diseño y su existencia prácticamente se debe a las dificultades
($) que supone obtener su original, la cocaína. Por ello se dice
que el crack representa la mística de la miseria, mientras que
la cocaína simboliza el lujo de los ricos y los triunfadores.
A mediados de los 50, cuando la "Narcotics Control Act" contempló
penas de prisión perpetua e incluso la muerte para ventas a menores,
sucedió que los adultos dejaron de ser "camellos" en los intercambios
y los niños de la calle asumieron ese papel rápidamente ($ rápido).
Con la aparición de Reagan en el poder volvieron los castigos
y el número de delincuentes subió y pasó de ser delincuencia juvenil
a delincuencia infantil. En NY, Washington, L.A. y Detroit los
chicos de diez años pueden hacer hasta 100$ diarios alertando
a los vendedores sobre presencia peligrosa. Los corredores de
13 a 15 años llevan la droga desde donde se hace hasta los vendedores
y pueden ganar hasta un millar de $ en lugares estratégicos de
NY. La situación se ha desbordado y la cifras hablan por sí solas,
en Washington se ha pasado de 315 arrestos a 1894 en tan solo
seis años. En Detroit existen programas de tratamiento para niños
de 6 años en adelante. Y en Manhattan existen varios institutos
donde prohíben a los estudiantes llevar objetos de oro, pieles
o coches deportivos (con chofer claro para evitar peticiones de
carné), ya que son símbolos que caracterizan a los traficantes
infantiles. Pero la base del problema reside en factores como
la pobreza, que obliga a estos chavales a vender para ayudar a
sus familias. Además no se menciona nunca la subida del desempleo
para muchachos negros desde que Reagan apareció, ni que el salario
mínimo se encuentra en su punto más bajo desde los 50, ni que
las becas han bajado, mientras la educación ha doblado su precio
o que el presupuesto para programas de formación y empleo ha sido
congelado. Si se tiene en cuenta estos factores, la versión de
los hechos cambia notablemente. Pensarlo, lo que llega a nuestros
oídos es siempre una pequeña parte de la realidad, la que quieren
que conozcamos.
|
|